La perdida por la Filosofía

 La filosofía ha sido tradicionalmente considerada como una disciplina elitista, reservada para un selecto grupo de intelectuales y académicos. Sin embargo, en las últimas décadas, la filosofía ha perdido contacto con la gente común y corriente. Esto se debe en gran parte a la cientifización de la filosofía, que ha llevado a una especialización excesiva y a una pérdida de su relevancia para la vida cotidiana. A esto se suma la tendencia elitista que ha caracterizado a la disciplina en los últimos años. En este ensayo explorare por qué la filosofía ha perdido contacto con la gente, cómo esta falta de contacto se debe a la cientifización y el elitismo, intentando proponer soluciones para recuperar la conexión entre la filosofía y la gente.

En primer lugar, la filosofía ha perdido contacto con la gente debido a la cientifización de la disciplina. La tendencia hacia la especialización ha llevado a la filosofía a alejarse de las preguntas fundamentales y existenciales que interesan a las personas. En lugar de explorar cuestiones que tienen un impacto directo en la vida cotidiana, la filosofía se ha vuelto cada vez más abstracta y técnica. Como resultado, las personas comunes y corrientes han perdido interés en la filosofía y la han visto como algo irrelevante para sus vidas. Un ejemplo de esto se puede encontrar en mi propia experiencia como estudiante de filosofía. Durante mi primer año de universidad, me entusiasmé con la idea de estudiar filosofía y de explorar preguntas profundas y existenciales. Sin embargo, me encontré con una gran cantidad de jerga y tecnicismos que me alejaron de la filosofía. Me di cuenta de que la filosofía se había convertido en una disciplina demasiado abstracta y alejada de la vida cotidiana. Como resultado, fui perdiendo interés en la filosofía y alejando cada vez de ella. Ese interés en la filosofía que tenía antes de entrar a la carrera ya no existe.

En segundo lugar, la falta de contacto entre la filosofía y la gente se debe a un espíritu elitista que ha caracterizado a la disciplina en los últimos años. La filosofía se ha convertido en una disciplina reservada para un pequeño grupo de intelectuales y académicos, que a menudo parecen más preocupados por la defensa de sus propias teorías (y privilegios) que por la exploración de preguntas fundamentales. Esto ha llevado a una desconexión entre la filosofía y la gente, ya que las personas comunes se sienten excluidas de las discusiones y debates filosóficos.

Un ejemplo personal de esto se puede encontrar en mi experiencia como estudiante de PPE. A menudo me he sentido en cierto sentido excluida de las discusiones filosóficas, o incluso de poder intentar adentrarme al mundo de la filosofía en la universidad. Encontrando comentarios como “se nota que la filosofía no es para ti” “se nota que eres más de económicas” “tranquila la filosofía no es para todos” quien en vez de motivarme más a estudiar me alejan de la filosofía. Lo peor es que la mayoría de este tipo de comentarios los he recibido por parte de estudiantes de mí mismo curso. Pares quien tampoco tienen la mayor idea de lo que estamos viendo en clase. Esta soberbia intelectual hace parecer que la filosofía solo está dirigida a un público muy “especializado” y con conocimientos avanzados de la materia.  Como resultado, me he alejado de la filosofía y he buscado otras formas de explorar preguntas existenciales, como la física y las matematicas.

Para solucionar este problema, se deben abordar tanto la cientifización como el elitismo de la filosofía. En primer lugar, es importante que los filósofos recuperen el interés por las preguntas fundamentales que tienen un impacto directo en la vida cotidiana de las personas. Esto puede lograrse a través de una mayor interacción entre los filósofos y la sociedad en general, incluyendo la realización de charlas y eventos públicos que aborden temas filosóficos relevantes para las personas comunes y corrientes. Además, se deben fomentar programas educativos que muestren cómo la filosofía puede ser aplicada en la vida diaria, como la toma de decisiones éticas y la resolución de conflictos.

Un ejemplo de esto puede ser visto en la iniciativa "Filosofía en las Calles" que se lleva a cabo en algunas ciudades del mundo. Esta iniciativa busca acercar la filosofía a la gente común y corriente a través de la realización de debates y charlas públicas en lugares de alto tránsito, como parques y plazas. Los filósofos que participan en esta iniciativa abordan temas filosóficos que tienen un impacto directo en la vida cotidiana, como la justicia social, la moralidad y la libertad.

En segundo lugar, es importante que la filosofía abandone su tendencia elitista y se abra a una audiencia más amplia.  Dejando de un lado su soberbia intelectual, los filósofos deben trabajar para hacer que sus ideas sean accesibles a todos, incluso a aquellos que no tienen un conocimiento avanzado de la materia. Esto puede lograrse a través de una escritura más clara y sencilla, y una presentación más atractiva de las ideas filosóficas.

Un ejemplo de esto puede ser visto en el trabajo de filósofos como Alain de Botton, quien ha trabajado para hacer que las ideas filosóficas sean más accesibles para el público en general. A través de sus libros y conferencias, de Botton ha logrado hacer que las preguntas filosóficas sean más relevantes para la vida cotidiana de las personas, abordando temas como la felicidad, el amor y la muerte.

En conclusión, la filosofía ha perdido contacto con la gente debido a la cientifización y el elitismo de la disciplina. Para recuperar este contacto, es necesario que los filósofos trabajen para hacer que las preguntas filosóficas sean más relevantes para la vida cotidiana de las personas, y se abran a una audiencia más amplia a través de una presentación más atractiva y accesible de las ideas filosóficas. Con una mayor interacción entre la filosofía y la sociedad en general, se puede lograr una mayor comprensión y apreciación de esta disciplina, y hacer que las preguntas filosóficas sean una parte integral de la vida cotidiana de las personas.

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